25/11/10

Crítica: Vidas ejemplares - Sergio Gómez

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Un taxista atraviesa la noche a toda velocidad, portando litros y litros de bencina en el maletero. En otro lugar, una chica lee las cartas que le envía su madre desde EE.UU. y piensa en cómo fue que terminó sola, virgen, con un empleo mal pagado y lejos de sus padres. La desconfianza y el fracaso de toda una generación (como puede ser la de los '80, los '90 y los 2000) es lo que retrata Sergio Gómez en ésta, su primera novela de 1994.

por Axel Schurrajen

El camino desde la última juventud hacia la adultez a veces puede volverse traumático. Lleno de dificultades, necesariamente miramos una y otra vez en los recuerdos para buscar el lugar exacto en que todo se nos fue al carajo. Pidiéndole cuentas a la vida de alguna forma, quedándonos como Condorito exigiendo una explicación.

Una vida normal, como el común de la gente, es lo que desearían encontrar los personajes de Vidas ejemplares, de Sergio Gómez. La historia se centra en Pedro Pablo y Karen, antiguos amigos desde la época del colegio y que viven los sinsabores de una juventud decepcionante, esa etapa de los veinte antes de llegar al límite de la adultez al cumplir los treinta, en una ciudad del sur a fines de los años ochenta. Él es un taxista pirómano que se dedica a quemar los hogares de sus antiguas amistades de adolescencia, mientras que ella vende cosméticos por catálogo y arrienda un departamento a medias con una amiga. A todas luces no son grandes vidas ejemplares pero al menos ambos lograron escapar de sus padres, con los cuales no se soportan, sobreviviendo el día a día y sin tener que rendirle cuentas a nadie.

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Vidas ejemplares (1994) es el debut literario de Sergio Gómez, quien comenzó en las letras a inicios de los noventa trabajando en la Zona de Contacto, el desaparecido suplemento del diario El Mercurio y en donde compartió junto a otros nombres como Alberto Fuguet, Felipe Bianchi, Iván Valenzuela y Carolina Delpiano. Esta novela, publicada en 1994 por Planeta bajo el alero de la llamada Nueva Narrativa Chilena, llegó a ser finalista del premio Rómulo Gallegos.

En su narración se entremezclan las voces de ambos personajes en primera persona, aunque la participación principal la tiene Pedro Pablo. En la medida en que avanza el verano del ’87 en Parque Deportivo conocemos las andanzas nocturnas de Pedro Pablo y las decepciones amorosas y personales de Karen, todo intercalado con los recuerdos que ambos tienen de una época en todo marchaba mejor, tanto con su familia como con sus amigos. Mientras que con Karen todo es narrado en forma lineal, con Pedro Pablo el autor se da otras licencias estilísticas como “notas” mentales que el personaje tiene mientras conduce en la noche o la forma en que presenta a sus “víctimas” mirando una suerte de foto fin de curso antigua. El intercalar ambas visiones ayuda a que poco a poco el lector vaya desentrañando ese lugar en que todo falló para ambos personajes, aunque la intromisión de una serie de cartas que la madre de Karen le envía desde un orquestado viaje de placer en el extranjero francamente no se entiende, pues no tiene relación con la historia de Karen y finalmente su inclusión se percibe gratuita.

Gómez utiliza un recurso ya característico de otras novelas como es el insertar una serie de objetos cotidianos, reconocibles, en la descripción de los ambientes, lo que mal administrado deja de ser un recurso estilístico y termina siendo un fastidio para seguir con la lectura: la casaca Soviet, los cigarrillos Viceroy, el pisco Capel mezclado con Coca Cola y los casettes de Virus se vuelven sólo poses ochenteras y frases pre armadas cuando nos topamos hasta cinco o seis referencias en un mismo párrafo.

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El gran fuerte de la novela son los protagonistas, pero principalmente Pedro Pablo. Gómez logra construir en él una figura psicopática muy creíble: frío, calculador, sin remordimientos y con manías que le permiten sobrellevar mejor su vida detrás del volante, escuchando una y otra vez a Cat Stevens y devorando los VHS que arrienda en el videoclub de un amigo. A ratos puede verse como una referencia al Travis Bickle de Scorsese, pero el relato evitar caer en clichés o copias burdas del protagonista de Taxi Driver. Es por lo mismo que su voz es la principal protagonista de la novela, mientras que Karen se ve un tanto disminuida al no ser un personaje tan potente, aunque no por eso está mal construido.

En esta novela Sergio Gómez busca reflejas en estas “vidas ejemplares” la decepción generalizada de su época, que vista con distancia bien podemos decir que se transforma en el retrato de los sujetos abatidos por la posmodernidad en la metrópoli (una idea que Alberto Fuguet también ha desarrollado con sus historias outsiders). Los personajes viven un miedo constante a ese límite cercano a los treinta años en el que se encuentran. Un miedo al no encontrar un futuro al cual asirse, pero también una nostalgia por esa estabilidad que tenían antes de que todo fallara. Lo que olvidan es que la vida también se estructura en ciclos, y una nueva ruptura desencadenará una nueva posibilidad.



Vidas ejemplares (1994)
Sergio Gómez
Planeta
223 páginas

1 comments:

Anónimo dijo...

DEMASIADOS SPOILERS!!!!!!

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