16/12/10

El resto es silencio: Un drama contemporáneo

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La incomprensión por parte de los adultos y la incomunicación patente al interior de su familia es lo que debe enfrentar el frágil protagonista de El resto es silencio, la tercera novela de la escritora Carla Guelfenbein. Una historia de amor atravesada por el sufrimiento y la pérdida.

por Axel Schurrajen

Sin duda algo paradojal ocurre cuando en un mundo que nos entrega múltiples formas de estar conectados pareciera que preferimos encerrarnos en nuestras preocupaciones con más frecuencia. La rutina muchas veces termina por nublar ante nuestros ojos los llamados de atención de quienes más nos importan ¿Será que con el paso del tiempo nos volvemos irremediablemente más egoístas?

Esa incomunicación es la que afrontan los protagonistas de El resto es silencio, la tercera novela de la escritora chilena Carla Guelfenbein. Si en sus dos libros anteriores (El revés del alma y La mujer de mi vida) la autora desarrolló un relato desde lo femenino y lo masculino, ahora se adentra en el mundo interior de Tommy, un chico de 12 años con una afección al corazón y que ha enfrentado la muerte de su madre desde muy pequeño. Un personaje de carácter y pensamientos muy maduros, pero incomprendido por Juan, su padre, un cirujano preocupado principalmente de su carrera y de construir un hogar bien constituido luego de la pérdida traumática de su mujer. Alma, su segunda esposa, quien completa esta triada de voces, es una editora audiovisual que desde joven ha tenido que enfrentarse a las decepciones familiares y a los fracasos en su vida. Algo empieza a funcionar mal en este matrimonio aparentemente feliz. El caso de un niño con una afección similar a la de su hijo desencadenará en Juan una serie de recuerdos dolorosos que creyó haber superado anteriormente, agravando aún más su desgastada relación con Alma. Mientras, Tommy iniciará un largo camino para desentrañar el misterio tras la muerte de su madre, luego de descubrir que ella no murió enferma, sino que en realidad se suicidó.

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El relato se estructura a partir de la perspectiva de estos tres personajes, las que se van intercalando en la narración para ir describiendo un drama que escala en intensidad. Guenfelbein se toma su tiempo para delinear la intimidad de los personajes; poco a poco logra dotarlos de un carácter y personalidad marcados, aunque Tommy, el más fuerte de ellos, toma algunos rasgos clichés de los niños-genios incomprendidos (solitario, crea amigos imaginarios y es aficionado a la astronomía). La búsqueda que el niño inicia sobre la muerte de su madre es la parte más potente del relato, centrando buena parte de la tensión de la historia. Sin embargo, la novela echa en falta un mayor espesor narrativo, sobre todo al tener una estructura lineal que se mueve sólo dentro del círculo familiar reducido de estos tres protagonistas. Aunque la autora los trabaja bien, el resto de los personajes así como los escenarios en que se desarrolla la historia se muestran menos definidos y provocan un desequilibrio en ese sentido.

Guelfenbein se sirve de la historia para tratar temas como el bullying, la soledad, las apariencias que tratamos de cuidar frente a los otros y la exploración de lo erótico en una monotonía moderna que agota. Además inserta elementos como mails, mensajes de texto y los dibujos de Tommy, dándole una cuota de actualidad tanto al formato como a los ejes temáticos en los que se sitúa esta novela. Si bien se convierte en una propuesta interesante, el contexto ABC1 en el que se desarrolla la historia hace pensar que la autora tomo el camino fácil para este tipo de drama existencialista ¿Dónde sino en un mundo burgués puede existir espacio para cavilaciones y reflexiones trascendentales? Es válido entonces cuestionarse el por qué en otras realidades no podría funcionar de la misma manera este relato.

Si bien El resto es silencio se nos presenta en un formato típico de best-seller, se percibe una propuesta de drama intimista bien lograda, con un relato ágil pero que aduce ciertas carencias narrativas. Sin embargo, la historia logra apoyarse en la construcción sólida de sus tres protagonistas. El camino que los lleva hacia un desenlace trágico sin duda conmueve y busca reflexionar sobre las causas que lo provocan.




El resto es silencio (2008)
Carla Guelfenbein
Planeta
304 páginas

2 comments:

Anónimo dijo...

Por que no han actualizado el blog? Por que ya no siguen escribiendo? Hace tiempo no encontraba un blog tan entretenido e interesante, seria agradable una pasadita de vez en cuando :).
Saludos!

Axel Schurrajen dijo...

En honor a ese desinteresado comentario prometo subir algo durante la semana. =)

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