16/8/09

Wayapolis: el bizarro experimento del señor Waipex



Enterate de la nueva apuesta infantil de TVN, en la que extraños personajes e historias logran conformar una de las mejores realizaciones luego de 31 Minutos.

Por Axel Schurrajen

TVN dejo pasar bastante tiempo antes de dar cabida a nuevas producciones infantiles en su franja de los sábados por la mañana. El término de 31 Minutos en 2005, junto las sucesivas repeticiones de sus tres temporadas, dejó la vara demasiado alta tras el éxito transversal que Tulio Treviño y sus amigos tuvieron.

Recién a comienzos de julio se estrenó la nueva parrilla programática de Tronia, con dos nuevas realizaciones nacionales. La primera novedad fueron Las Aventuras del Tulio, Patana y el Pequeño Tim, producto derivado de 31 Minutos y que está dirigido a un público preescolar. La segunda fue Experimento Wayapolis, a cargo de la productora Solo Por Las Niñas (Block!, 2006).

El espacio nos muestra el desarrollo del nombrado experimento, que busca estudiar los efectos de la TV educativa en un grupo de animales que habita en una solitaria isla. Para ello la Corporación Waipex instala un televisor; pero por descuido es dejado allí también un control remoto. Esto provocará que los animales se paseen por una gran variedad de extraños programas, dejando de lado la parrilla educativa, poniendo en peligro el experimento.

Lo más destacado de Experimento Wayapolis son las técnicas de animación y puesta en escena de las que se sirve para dar vida a la historia y las microseries que forman parte del constante zapping que se realiza: animación en Flash, fotoanimación y stop motion son algunos de los recursos que se utilizan en el programa, además de personajes de carne y hueso y títeres.

En el programa se entrecruzan varias miniseries con vida propia: las aventuras de Jun-Hi, una pequeña niña retratada a través del animé con guiños gubernamentales chilenos (los villanos Junaeb, Kony y Zit, el Sr. Viú, el maestro Sim-C y la búsqueda del pergamino de Dibam); a Potti, un enamoradizo astronauta con fallidas relaciones (derritió a una estrella con un poema y su novia Fasat Alpha terminó destrozada); las lóbregas desventuras de Manito de Hacha, la persecución del Yeti por insólitos lugares o los pegajosos y coloridos videos musicales de Los Plumabits.

Las comparaciones con 31 Minutos son inevitables, sobre todo en el ámbito de los recursos técnicos, los segmentos del programa, los personajes y las canciones que allí se incluyen. Pero la gracia del Experimento Wayapolis va por otro camino. No son las desventuras de los integrantes de la Corporación, ni las situaciones de los animales ni tampoco el grado de entretención que los niños puedan hallar al ver el desarrollo de las miniseries. Wayapolis, pensado como programa infantil, es también un mundo bizarro que apunta sus dardos hacia espectadores más adultos.

Álvaro Ceppi, director del programa, comentó en la Zona de El Mercurio que “la televisión infantil permite que uno lleve a cabo este tipo de conceptos para programas sin que nadie te diga que estas mal de la cabeza”. Sin esa licencia esta notable ensalada de personajes y dimensiones, condensados en tan solo 20 minutos, no sería posible.

Experimento Wayapolis
TVN
Los sábados a las 11 am.

2 comments:

Renato dijo...

Nunca pude reirme con 31 Minutos, ¿estoy enfermo?

Migue dijo...

Sí. Y hay que aclarar que Experimento... es una volada distinta creada por otra gente. Es algo mucho más pitiao y experimental, pero dirigido a los broca cochis.

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